El libro "Zamacuecas de papel" fue lanzando en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional

Tras más de cuatro años de investigación se presentó el libro con una conferencia que además constó con presentaciones en vivo de las partituras recopiladas.

13 de enero de 2017

El pasado jueves 1 de diciembre y en dependencias del Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile se llevó a cabo el lanzamiento del libro "Zamacuecas de Papel", de la mano de sus autores -los musicólogos- Laura Jordán, Rodrigo Torres y José Manuel Izquierdo. Este último que a pesar de encontrarse fuera del país estuvo presente a través de un video, en donde al igual que sus compañeros, entregó sus impresiones sobre el proceso de investigación y los resultados.

Cerca de cincuenta de personas disfrutaron del conversatorio y de una presentación en donde un grupo musical interpretó partituras seleccionadas del mismo libro, él que tras 4 años de investigación, recopilación y transcripción, intenta reflotar un género escasamente profundizado a pesar de encontrarse presente en la historia de diferentes apartados musicales.

El libro cuenta con variadas partituras que datan desde mediados del 1800 hasta principios del siglo XX. Estas se publicaron originalmente como parte de colecciones en las cuales podían encontrarse diferentes tipos de géneros como canciones o tonadas. A raíz de esto se infiere que diversas zamacuecas poseen aspectos en común con variados otros estilos musicales.

Si bien en el inconsciente popular la palabra zamacueca es asociada de inmediato con la cueca, esta corresponde a un repertorio más bien regional y latinoamericano. Laura Jordán, musicóloga y una de las responsables del proyecto, se refiere a la zamacueca como distintos tipos de piezas en diferentes espacios sociales que van desde salones, salas de concierto o chinganas y que debido a su variedad es imposible encasillarlas bajo un sólo concepto.

A pesar de esto, las piezas poseen melodías características a las que en muchos casos se les denomina como zamacueca sólo a estas. De igual forma, existen piezas que son mucho más parecidas a lo que se conoce como cueca o tonada, mientras que también existen composiciones más improvisadas a las que también se les denomina zamacueca.

El libro, compuesto por 25 partituras, está dividido en tres segmentos. El primero, "Zamacuecas para piano de salón", corresponde a partituras narrativas de lo que estaba sonando en distintas espacios y momentos de la sociedad. La investigación recoge que en este sentido son obras mucho más descriptivas que con arreglos en lo que respecta a lo musical. Son sonidos más simples que otras zamacuecas.

La segunda categoría llamada "Fantasías sobre zamacuecas", corresponde más bien a piezas para piano, bastante más virtuosas y que en algunos casos fueron compuestas por extranjeros que se encontraban de paso por países de la región y que a partir de melodías las elaboraban.

La tercera categoría de este verdadero álbum fue denominado como "Zamacuecas cantadas" y es en este capítulo en donde logra apreciarse que las partituras no siguen el mismo criterio que las expuestas en categorías anteriores. Zamacuecas más virtuosas, mejor elaboradas, algunas más simples, otras que suenan como tonadas o como cueca son parte de este capítulo del libro, en donde los investigadores quisieron evidenciar que la zamacueca cantada también puede considerarse como un género propio.

Transcritas y no fotocopiadas

Todas las partituras del libro fueron transcritas y no fotocopiadas para optimizar así la visualización por parte de quien las leerá, entregando más consistencia a los registros y haciendo la tarea mucho más fácil. El musicólogo José Manuel Izquierdo, desde Inglaterra y presente en la conferencia a través de un vídeo, se refirió a lo anterior como un esfuerzo de tener lo más original posible para no modificar así las partituras.

La colección busca desmarcar a la zamacueca de territorios y llevarla más bien a un plano de circulación musical y cultural latinoamericano, así lo manifestó el también musicólogo Rodrigo Torres al finalizar la presentación, dando énfasis a la serie de mundos, aspectos y temáticas que están contenidas en las partituras que recoge la colección.

Tras la presentación del libro que fue concebido y diseñado por sus gestores para que se abra y no se cierre -facilitando así su uso- se llevó a cabo una presentación musical en donde se interpretaron algunas de las partituras recopiladas para ejemplificar la pluralidad, pero al mismo tiempo la similitud existente entre las diferentes zamacuecas.

Cristián Campos, uno de los músicos que se presentó ante los asistentes, destacó el trabajo llevado a cabo por Laura, José Manuel y Rodrigo, e hizo hincapié a la emotividad y simbolismo que significó acompañarlos y presentarse en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile.

Tras casi dos horas los asistentes al evento se retiraron satisfechos y totalmente complacidos con la actividad, a la que catalogaron de positiva y provechosa, resaltando el hecho de que el Archivo de Música se encuentre abierto al público y se lleven a cabo actividades de este tipo. "Que bueno que se abra el Archivo de Música para hacer este tipo de charlas o presentaciones de libros de música popular, porque en el ambiente académico todo está muy enfocado a la música clásica", así lo declaró Javiera Videla al retirarse del evento.

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